Pollo al Curry con Arroz Salvaje


La receta de hoy "Pollo al Curry con Arroz Salvaje" hace unos años sería impensable cocinarla en casa debido a la dificultad de encontrar algunos de los ingredientes. Sin embargo, gracias a la globalización  y que cada vez somos más  internacionales es fácil encontrar cualquier ingrediente  y hay ciertas recetas que poco a poco ya son parte de nuestra dieta cotidiana.

De hecho, el pollo al curry es uno de los platos más populares en Gran Bretaña debido a toda la población india que vive allí.

La he cocinado de una manera sencilla sin complicaciones, pero seguro que la manera tradicional variará un poco. Veréis que de esta manera el pollo está muy jugoso.

Ingredientes
  • Pechuga de Pollo
  • 2 yogures griegos
  • Arroz salvaje
  • Cebolla
  • Puerro
  • Pasas
  • Curry
  • Cúrcuma
  • Pimienta
  • Sal
Modo de elaboración
Troceamos las pechugas y las colocamos en un bol con 2 cucharadas de curry, otras dos de cúrcuma, sal y pimienta. Cubrimos todo esto con  el yogur y lo dejamos marinar durante unas horas.




Pelamos la cebolla, la picamos y la sofreímos junto con el puerro y las pasas. Añadimos  un poco de curry y cúrcuma. Mezclamos hasta que se disuelva bien.



Escurrimos los trozos de pollo de la marinada, los incorporamos al sofrito y dejamos que se doren durante 10 minutos a fuego lento y con el recipiente tapado.


Añadimos el resto de la marinada, salamos y proseguimos la cocción a fuego muy lento durante 20 minutos removiendo de vez en cuando.




Preparamos un arroz como guarnición. Esta vez yo he cocinado un arroz salvaje pero le iría bien un arroz basmati o arroz pilaf. Se pueden conseguir en cualquier supermercado. Retiramos y servimos el pollo con la salsa y acompañado del arroz.


Podemos acompañarlo con un pan indio o con pan de pita y utilizarlo como "tenedor". Una oportunidad para comer con las manos.

Disfrutad de esta riquísima receta
Feliz semana.

Comentarios

  1. Guau! esta receta me la apunto!! Seguro que a los hombres de mi casa les va a encantar lo de comer con los dedos. Genial, Fátima!

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